Mi nombre es Marta Mendoza, soy cristiana, dentista, esposa, y madre de dos niños,
me case a los 34 años, tuve mi primer hija a los 35 y a mi segundo hijo a los 38 años, mi vida era como la de todos...trabajando, atendiendo a mi familia corriendo con los niños, tratando de hacer las cosas bien y mejor profesionalmente; ahora entiendo que me envolví en el afán de la rutina y mis prioridades estaban muy lejos de lo que en realidad tenían que ser, servía a Dios y a mi prójimo a través de campañas medicas; me desempeñaba en la práctica privada cuando me diagnosticaron con cáncer de mama en el año 2010, me alerto unas gotas de sangre que salieron de mi pezón izquierdo, en ese momento me comunique con la directora de la fundación, a quien había conocido meses antes, ella me aconsejo que hacer y me agendo una cita con una oncóloga, en ese momento yo estaba asustada sabía que algo malo estaba pasando en mi cuerpo pues ya tenía varios meses con dolor en mi seno izquierdo pero "por miedo no había consultado", en ese momento me realicé una mamografía, luego la oncóloga me mando a hacer una biopsia y recibimos el resultado en marzo del 2010, estábamos con mi esposo en la clínica de la oncóloga cuando recibimos el diagnostico que nunca imagine recibiría en mi vida: "cáncer de mama etapa 3, infiltrante canalicular" (HER 2 +++), en ese momento solo pensaba " me voy a morir, mis hijos se van a quedar sin su mama" en un momento pasan tantos pensamientos en mi mente... luego la pregunta a la oncóloga: ¿estamos a tiempo? y la respuesta fue: "si, esto solo es una pausa en el camino" me dijo la dra.
entre llanto y desesperación al conocer el diagnostico, Dios se mostró a través de mucha gente y a través de su palabra y mis pastores.
El primer paso hacia mi sanidad vino a través del perdón, (pedir perdón y perdonar), luego vendría una serie de exámenes para determinar la cirugía la cual realizaron el 23 de marzo de 2010, quitaron toda la mama izquierda, pues el tumor era bastante grande (8 cm), al mes de la cirugía comenzaría las quimioterapias, que fueron 8 y 25 radiaciones
En todo este tiempo siempre estuve acompañada de mi familia ( mi esposo un pilar muy importante para mí) pues mis hijos estaban pequeños 3 y 5 años él fue padre y madre para ellos , cuidaba de mí y de los niños, mi iglesia ellos me acompañaron en oración intercediendo por mi ocupándose de nuestras necesidades espirituales y de la fundación que me educaron sobre la enfermedad, acompañaron a mi familia, me amaron y a través de los testimonios que escuche me dieron aliento para seguir adelante formando parte de un grupo de apoyo , este proceso no se puede llevar solo y sin Fe, Dios me dio la fortaleza, El tomó todo este dolor, angustia y desesperación y comenzó un proceso el cual me llevaría a la sanidad de mi cuerpo , de mi alma y a poner en orden mis prioridades.
Se presentaron obstáculos durante el tratamiento, un medicamento importante que no autorizaron en el ISSS, se bajaron mucho las defensas y tuvieron que posponer 2 veces las quimioterapias.
Este fue un tiempo de aprendizaje, saber esperar en Dios cuando le niegan un medicamento, me enseñó a confiar plenamente en El, esa pausa en el camino me llevo a ver la vida de otra manera, a valorar lo que antes no podía ver por el afán de la rutina,
5 años después hicieron nuevos estudios para comprobar mi diagnóstico, pues NO ERA POSIBLE que estuviera sana sin el medicamento que me negaron; los estudios confirmaron el diagnostico (HER2), Dios se Glorificó al demostrar científicamente que aún sin el medicamento mi cuerpo estaba sano y sigue libre de cáncer!
La primera reunión de la Fundación a la que asistí, me llenó de esperanza al ver más mujeres que como yo, estábamos en tratamiento y ver a más mujeres dando su testimonio de como Dios las había sanado y estaban sirviéndole de voluntarias en la Fundación, ese día pude sentir el amor de todas ellas a través de un abrazo, ese día tome la decisión de ser voluntaria de la Fundación, donde he conocido a muchas hermanas, guerreras que servimos a otros pacientes en hospitales.
Dios me había dado una segunda oportunidad, y es así como vi y sigo viendo esta experiencia del cáncer, la veo como “UNA OPORTUNIDAD” para conocer a Dios de una forma diferente a la que ya conocía, ¡Dios ahora es mi Sanador, mi Proveedor, mi Salvador... EL ES MI TODO!
esta es una oportunidad de testificar a otros, de ser mejor madre, esposa, hermana, es así como Dios ordenó mis prioridades, cambio mi vida, mi corazón, me ha dado otra razón para vivir, alabándole.
Hoy puedo ver de una manera diferente tanto la vida como la muerte, hoy soy libre para amar a otros pacientes con cáncer y servirles dentro de la Fundación.
PROMESA DE DIOS:
"He aquí que yo les traeré sanidad y medicina y los curare y les revelare abundancia de paz y de verdad" Jeremías 33:6
"Tu guardaras en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti a confiado.
confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová El Señor esta la fortaleza de los siglos" Isaías 26: 3,4
"No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” Isaías 41: 10
ESTA ES MI DECLARACION DE VIDA:
"Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría.
Por tanto, a ti cantare, gloria mía y no estaré callado.
Jehová Dios mío, te alabare para siempre." Salmo 30:11-12
Escríbenos